Retén la norma de las sanas palabras que has oído de mí, en la fe y el amor en Cristo Jesús.

Al señalar estas cosas a los hermanos serás un buen ministro de Cristo Jesús, nutrido con las palabras de la fe y de la buena doctrina que has seguido.

porque os doy buena enseñanza; no abandonéis mi instrucción.

Pues has dicho: ``Mi enseñanza es pura, y soy inocente ante tus ojos."

La verdadera instrucción estaba en su boca, y no se hallaba iniquidad en sus labios; en paz y rectitud caminaba conmigo, y apartaba a muchos de la iniquidad.

para que sepas la verdad precisa acerca de las cosas que te han sido enseñadas.

para los inmorales, homosexuales, secuestradores, mentirosos, los que juran en falso, y para cualquier otra cosa que es contraria a la sana doctrina,

Si alguno enseña una doctrina diferente y no se conforma a las sanas palabras, las de nuestro Señor Jesucristo, y a la doctrina {que es} conforme a la piedad,

Porque vendrá tiempo cuando no soportarán la sana doctrina, sino que teniendo comezón de oídos, acumularán para sí maestros conforme a sus propios deseos;

reteniendo la palabra fiel que es conforme a la enseñanza, para que sea capaz también de exhortar con sana doctrina y refutar a los que contradicen.

Y se dedicaban continuamente a las enseñanzas de los apóstoles, a la comunión, al partimiento del pan y a la oración.

Pero en cuanto a ti, enseña lo que está de acuerdo con la sana doctrina:

muéstrate en todo como ejemplo de buenas obras, {con} pureza de doctrina, {con} dignidad,

no defraudando, sino mostrando toda buena fe, para que adornen la doctrina de Dios nuestro Salvador en todo respecto.

Jesús entonces les respondió y dijo: Mi enseñanza no es mía, sino del que me envió.

Si alguien quiere hacer su voluntad, sabrá si mi enseñanza es de Dios o {si} hablo de mí mismo.

Todo el que se desvía y no permanece en la enseñanza de Cristo, no tiene a Dios; el que permanece en la enseñanza tiene tanto al Padre como al Hijo.